Por Alberto Valderrábano
Trabajadoras de Salud, pertenecientes al IMSS Bienestar en la Ciudad de México, fueron desalojadas violentamente la tarde del miércoles 23 de julio por policías a golpes, sin razón alguna, y las obligaron a retirarse de las inmediaciones del edificio ubicado en Insurgentes Sur 1940, donde se encuentra la sede de esa institución.
Más de 200 trabajadoras y trabajadores de la Salud, quienes tenían acordada una reunión con las autoridades del IMSS-Bienestar para llevar a cabo otro encuentro y buscar alcanzar acuerdos en las demandas planteadas, fueron impedidas por la agresión violenta, directa y humillante que vivieron enfermeras, médicos y personal afines.
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Ante estos hechos que deberán investigarse, para saber quién dio la orden de agredir a las trabajadoras de Salud de la Ciudad de México, el presidente del SNTSA, Marco Antonio García, su Comité Ejecutivo Nacional y los secretarios seccionales de todo el país de esta organización sindical, condenaron los hechos e hicieron un llamado a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, para sancionar a quienes ordenaron esta penosa y lamentable agresión.
El Secretario de Asuntos Laborales para la CDMX del SNTSA, Jorge Alberto Grajales, y la Secretaria de Organización de los Servicios de Salud Pública, María Eugenia Méndez, condenaron los hechos e hicieron un llamado a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para que ordene la investigación y se sancione por la agresión violenta en contra de quienes con su trabajo llevan salud al pueblo de todo el país.
“Este miércoles –informaron los trabajadores de Salud del IMSS Bienestar–, estábamos citados aquí en las oficinas principales para seguir dialogando con las autoridades, sobre las demandas laborales que están siendo atendidas poco a poco.
“Sin embargo y sin haber causa alguna, más de cien policías a golpes y por la fuerza, desalojaron de la calle a empujones y arrastrando a las enfermeras, doctoras, médicos y personal afines con gritos de amenazas e intimidaciones”, revelaron.
Jorge Alberto Grajales y María Eugenia Méndez coincidieron en citar que “somos personal transferido de la Secretaría de Salud Federal al IMSS Bienestar y solo estamos exigiendo la basificación, el pago puntual de las quincenas, los estímulos por antigüedad, productividad y trimestrales así como el cumplimiento en el abasto de medicamentos para poder atender y servir mejor a la ciudadanía.
Coincidieron en denunciar que el ataque violento vivido, “ha sido una agresión dirigida y directa que revela que en México está en peligro el derecho a manifestarse y asistir a reuniones de trabajo con las autoridades, cualquiera que éstas sean”.
Dejaron entrever que será la dirigencia nacional y los trabajadores si deciden iniciar un paro de labores y organizar una marcha nacional para repudiar este acto violento en contra de las y los trabajadores de Salud que no tienen otro compromiso que llevar el bienestar a millones de mexicanos en todo el país.
