Portador Noticias/Redacción
Alrededor de 25 mil restos óseos, pertenecientes a aproximadamente 400 mamuts y otras especies del Pleistoceno, como tigres dientes de sable, perezosos, camellos y gliptodontes –una especie de armadillo–, así como algunas más que están en proceso de identificación, han sido encontrados como parte de las obras del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Así lo dio a conocer Eréndira Muñoz Aréyzaga, profesora de tiempo completo del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), donde se imparte la licenciatura en Arqueología, y coordinadora de la colaboración entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en los trabajos de la nueva terminal aérea.
Sostuvo que los trabajos de esta obra de infraestructura se han realizado en apego a lo establecido en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos y luego de que el INAH autorizó el área.
Oficialmente, la construcción de esta obra inició el 17 de octubre de 2019 y fue en las excavaciones iniciales que se identificaron los primeros hallazgos paleontológicos de mamut colombino (Mammuthus columbi), especie que habitó en gran parte del Continente Americano durante el Pleistoceno.
La académica informó que a unos meses de que concluyan los trabajos de construcción del nuevo aeropuerto, se han identificado 546 puntos de hallazgo: “En cada uno de los cuales puede encontrarse medio mamut o hasta dos mamuts, la hembra y una cría, por ejemplo”.
En este momento, abundó, suman alrededor de 25 mil restos óseos, pertenecientes a alrededor de 400 mamuts y otras especies.
“Es una colección paleontológica realmente única, amplia, relevante, la más importante de América Latina en número, y que va a arrojar información puntual sobre cómo vivía la fauna del Pleistoceno. De entrada, a partir de estos hallazgos podríamos elaborar un tratado sobre el mamut colombino”, resaltó.
Muñoz Aréyzaga explicó que una de las hipótesis sobre la concentración de estos hallazgos paleontológicos en la región es que hace 10 mil años era una zona lacustre, que cuando decrecía el nivel del agua provocaba que animales como el mamut quedaran atrapados, empantanados.
La UAEM aporta su talento
El salvamento arqueológico y paleontológico en Santa Lucía es llevado a cabo por un equipo multidisciplinario –arqueólogos, paleontólogos, geólogos, etcétera– comandado por el INAH.
En ese sentido, Muñoz Aréyzaga destacó que en el lugar trabajan 56 arqueólogos y 35 de ellos son egresados de la licenciatura en Arqueología del Centro Universitario UAEM Tenancingo.
Entre ellos se encuentra el jefe de campo, Alberto Frutos Andrade, quien tiene a su cargo la coordinación de las excavaciones en desarrollo, que algunos días son hasta 20, en las que se trabaja simultáneamente, así como la administración de los recursos del salvamento, y Paola Hernández Escobedo está a cargo de la supervisión de la obra en todos los frentes de trabajo para identificar restos de paleofauna y evidencia arqueológica, además de llevar el registro del patrimonio histórico asociado a la Hacienda de Santa Lucía.
Frutos Andrade refirió que en el INAH ha sido una sorpresa trabajar con egresados de la Autónoma mexiquense.
“Consideran que la gente de la UAEM está preparada y es de un nivel de confianza y responsabilidad bastante altos, por los valores profesionales que tenemos”.